Aunque no parezca, éste programa funciona como cualquier otra persona: llegar a fin de mes puede ser medio complicado, sobre todo cuando de salir al aire se trata. Las ideas circulan más el día a día, y la energía creativa no fluye tan dinámicamente, en parte por cansancio, en parte por quiebra financiera. Es por esto que es de crucial importancia dar la nota final de los últimos días del mes con dinamismo y energía mancomunada, elevadora del espíritu.
Y es todo eso lo que el segundo tema que una señorita co-conductora eligió nos quitó por completo. Pero no la culpamos, ya que de esta forma atrajimos público masoca también. En este caso, se comprueba que el dicho es verdad, y la imagen vale más que mil palabras.
Avanzando con la aguja, llegamos al punto en que necesitamos de ayuda externa para seguir, y ahí fue donde nuestro amigo Andrés Borghi, director y productor de cine, nos dió una mano. Remó con nosotros hasta el último momento, y nos contó sobre qué se siente enfrentarse al mundo cinematográfico, la dureza del tratar de hacerse notar y contratar a través de las producciones propias cuando uno no tiene un sello explícito de aprobación oficial, sobre la relación de amor y amor que tiene con el
género de terror, y de lo divertido y gratificante que puede llegar a ser llevar a cabo un proyecto con amigos.
Y como por desgracia se nos acabó la hora muy pronto, dimos el cierre con la gran toma fotográfica, cuyo resultado decora este post.
El programa (con entrevista del mes en el piso):
No hay comentarios