Balances… estamos en una etapa del año que habla sobre lo ocurrido en el año que recién se fue. Aunque puede ser difícil hacerlo, muchas veces es necesario para saber lo que hay que mejorar. El cine argentino no escapa a esta lógica y, a partir de ciertos números que distribuyó la prensa de INCAA, podemos analizarlo en profundidad.
HOJA APARTE: Puro spoiler: lo que “Sherlock” nos trajo
Durante este año se estrenaron 190 películas nacionales (sumando las coproducciones) las cuales lograron vender en total 6.777.458 entradas, apenas por debajo del 2013 y 2014 (años en que se vendieron más de 7.000.000). Definitivamente fue un buen año en la recaudación, sobre todo si se tiene en cuenta la caída de ingresos (aumento del precio de las entradas, recesión, inlfación y demás causas de ello) durante el trascurso de 2016 que influyó directamente sobre el consumo ocioso.
Las películas más vistas fueron:
“Me case con un boludo”: con la repetición de la fórmula (casi Star System), de Suar – Bertucelli, logró alzarse en el podio, seguida por la “sorpresiva” “Gilda: no me arrepiento de este amor”, producida por Habitación 1520, que se había encargado con anterioridad de realizar la premiada “Infancia Clandentina”. “El (bodrio) hilo rojo” logró la tercera posición con 696.608 localidades (con el morbo del romance entre la China Suarez y Benajmín Vicuña, palta y túnica amarilla mediante), seguida de “El ciudadano ilustre” con 637.507 tickets, y “100 años de perdón” con 349.315, para cerrar el top five taquillero.
La cantidad de espectadores registrados entre el 1 de enero y el 25 de diciembre fue de 50.418.754. El porcentaje de público que asistió a ver películas nacionales fue de 14,43%, levemente por debajo de la cuota de 14,60% que se alcanzó en 2015.
Pequeñas conclusiones
Los números no son casualidad: la mayoría de las películas más vistas tienen detrás un canal que difundió y produjo, o una distribuidora grande como Disney y es claro que sin ellas no alcanzarían la masiva llegada que lograron en las salas, superior a las 80 copias.
Insistamos una vez más en lo importante de la difusión. Tanto por canales de televisión de consumo masivo como por redes sociales, estas suelen generar una expectativa que presiona sobre los exhibidores, quienes “pueden llegar” a ver que la película hace ruido.
El balance nos devuelve una premisa contundente: no queda otra que reforzar la difusión y distribución de nuestro cine como primer ítem a mejorar. La producción es un pilar superado; ahora vamos por los otros.
[…] HOJA APARTE: Cine argentino 2016: un balance en números […]