El año pasado inauguramos la sección “Cineinflación” para llevar un registro transparente de la evolución del precio de las entradas de cine en todas las salas de exhibición comercial del país.
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Durante el 2019, el valor de una entrada empezó en $149 (centavos más, centavos menos), y terminó en $201, es decir, un salto del 30%. La primera pregunta que nos hacemos al ver este salto (que vino de la mano del empeoramiento del panorama económico que ya bien conocemos), es: ¿en qué medida afectó esto la concurrencia de las personas al consumo del Cine?
La realidad es que, en contra de lo que se habría esperado, el consumo de cine durante el 2019 aumentó en un 4,78% (es decir, 2.229.482 entradas vendidas más que en el año anterior).
El INCAA publica cada bimestre el valor promedio de la entrada que va desde el precio de las grandes cadenas hasta las más económicas como los Espacios INCAA, todos estos sin las promociones de bancos o tarjetas de descuento. El valor promedio de entrada del bimestre enero/febrero se ubica en $218,19. En relación al bimestre anterior, donde el promedio daba $201,37, representa un aumento del 8,35%; en comparación con el mismo período del año pasado, el aumento es más crítico: 47,53%. Sin embargo, está lejos de ser el aumento más grande entre dos bimestres considerando el período 2019-2020; el primer puesto lo mantiene el de enero/febrero a marzo/abril de 2019, con un salto de $21,25 (o 14,36%).
Volviendo a los números, no creemos que la suba de la cotización del dólar haya pasado desapercibida, ya que se observó un aumento del 1,76% (desde $63,31 a $64,43). Adicionalmente, en comparación con estos porcentajes, podemos observar que el índice de inflación según el Índice de Precios al Consumidor demuestra una suba de aproximadamente el 12,5%. Si bien este último es superior a la cineinflación, podemos concluir que el precio de las entradas acompaña al precio de los productos de consumo diario.
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