Es así, que el mundo gira alrededor del sol. Aunque parezca que se esconde en el horizonte, ágil y como si nosotros no nos moviéramos, sabemos que no es tal; que dentro de nuestra obviedad se emerge, sin dudas, la prueba que somos una rotación dentro de otra rotación. Esto que parece entrar en los parámetros de la normalidad, merece que lo analicemos en tiempos en el que hablar de estas cosas era ir en contra del desarrollo humano. Seria demencial pensar al día de la fecha que hablar sobre el comportamiento científico de los cielos era ir en contra del progreso, pero el desarrollo humano no es solo avanzar: hay quienes lo encuentran manteniendo estáticos los conocimientos del mundo, para así prosperar en el crecimiento del poder individual sobre los bienes de la creación, fundando profusos y estúpidos sacrificios de vidas, tal como lo veremos en los films a analizar.
Pero primero, como para poner la pelota debajo del pie y pensar, respondámonos qué es la teoría Heliocéntrica. Es una propuesta científica generada por Aristarcos de Samos en la Grecia del siglo III A.C, que nos proponía un esquema en donde la tierra – junto con los demás cuerpos celestes – giraría alrededor del sol, contradiciendo con feroz eficacia a lo propuesto por Ptolomeo en su teoría Geocéntrica, en la cual sería a la inversa y el sol giraría alrededor nuestro. La teoría Heliocéntrica no fue tomada como la línea principal de investigación, contando con nulos seguidores.
Ágora (2009) de Alejandro Amenábar, nos cuenta la historia de la matemática y filósofa Hepatia, quien da clases y acarrea investigaciones en la biblioteca de Alejandría – la más grande conocida por el hombre – de quien solo quedan rumores. La filósofa se vuelca a estudiar el comportamiento de la Tierra; es así que el director nos embarca en tomas desde el espacio para lograr sus transiciones de tiempo entre secuencias, y darnos una perspectiva de como la tierra gira mediante todos los sucesos que ocurren.
En torno a las inclementes dudas de Hepatia, el mundo se encuentra decayendo y pasando a nuevas manos, los cristianos – que en ese momento de Egipto estaban prohibidos por los paganos – comenzaban a tomar el control después de una fallida solicitud al prefecto romano de destrozarlos. Dentro de este alboroto, nuestra matemática no entiende los argumentos de Ptolomeo sobre el comportamiento de la tierra junto con las errantes. En una escena en donde los paganos se encuentran atrapados en la biblioteca, evitando el violento ingreso de los cristianos, junto con sus alumnos, comienza a preguntarse de la existencia de una respuesta más sencilla, mucho más lógica. Un viejo bibliotecario, le responde que la hay; una vieja teoría tonta que decía así:
“El comportamiento de las errantes no es más que una ilusión óptica, producto del movimiento giratorio de la tierra en combinación con el de ellas, y así mismo, todas alrededor del sol”
Lo magnifico de esta teoría es que ya en esa época, no sólo era la exposición del movernos alrededor del sol, sino que encima, de forma descarada, ya exponía que girábamos en nuestro mismo eje. El anciano nos comenta que es esencial cuidar la biblioteca, por ser lo único que queda del saber de los hombres. Los cristianos logran ingresar y queman el edificio junto con miles de pergaminos. Hepatia, en el momento de estudio y confirmación sobre esta teoría, es considerada bruja por el obispo Cirilo. Su destino final, dentro de los giros de la tierra que tanto le llamaba la atención, fue ser asesinada, descuartizada e incinerada.
La teoría fue tomada con fuerza en los tiempos del renacimiento. Nicolás Copérnico profundizó sobre ella, pero murió sin poder concretarla en su fase final. Aparece en esta etapa otro factor oculto en forma de institución que prohibía el proceso científico: la Santa Inquisición. Nombrados como Santos Oficios, eran un instrumento de la iglesia católica para la persecución y supresión de aquellos estudios y planteos que vayan en contra de lo plasmado en las escrituras – o mejor dicho, sobre la interpretación oficial de las escrituras – que se castigaba dentro de categorías como blasfemia, brujería y herejía.
El largometraje Giordano Bruno (1973) de Giuliano Montaldo, nos cuenta la historia biográfica de este gran científico adelantado a su tiempo, que fue catalogado de hereje por el Cardenal Belarmino. Bruno (1548 –1600) aparte de ser científico era un monje florentino, lo cual empeoraba su situación frente a la inquisición. Fue separado de la iglesia y éste continuó sus estudios, superando finalmente al modelo de Copérnico. Pero lo grave en Bruno fue que no solo se quedó con la teoría heliocéntrica, sino que fue más allá y predijo situaciones que en los siglos siguientes pudimos recién ponernos a comentar, entre ellas: Que el sol es mucho más grande en tamaño que la tierra. La tierra y el sol son parte de un espacio mayor. El sol es simplemente una estrella. Sobre las proporciones infinitas del espacio. Que podría haber más de un planeta tierra. Decir estas cosas en esos tiempos, era como ir a la tribuna de Boca Jr. y gritar los goles de River; un suicidio.
La película se centra en los últimos años de su vida y en el proceso condenatorio que debió sufrir. Aparte de ser aterrorizado y torturado, murió en la hoguera. El dato curioso es que el castigo para un hereje era la muerte y luego pasaba a ser quemado. Pero como las ideas de Giordano tenían un gran porte revolucionario, decidieron quemarlo vivo.
Para ir terminando vamos a plantear el caso de la película Galileo (1975) de Joseph Losey. Narra la vida de Galileo Galilei (1564 – 1642) quien fuera profesor de universidad y astrónomo. Luego de hacer grandes avances en la construcción de telescopios, decide retomar los estudios de Copérnico, estudiando las manchas del sol. Comienza a establecer un nexo lógico y comprobable de la teoría. Galileo era un hombre muy respetado en la iglesia católica y también reconocida en toda Europa. Cuando comenzó con sus estudios en materia del comportamiento de la tierra, se comenzó a ver cierta tensión por parte de la Santa Inquisición, hasta llegar a acusarlo de herejía.
Esta historia narrada en celuloide, tiene una porción particular a destacar sobre las otras dos. Antes planteábamos un conflicto religioso-social, pero en esta película se ve claramente el conflicto de la dominación económica en la relación entre la religión, el poder feudal y la sociedad. Los terratenientes se encuentran preocupados y concurren por medio de un representante a casa de Galileo. Aquí, es en donde le es planteada la necesidad de suprimir esta teoría, dado que los campesinos no deben replantearse las escrituras, porque sería peligroso para la dominación social basada en el sacrificio en esta vida para mejoría en el paraíso. Nikolay, discípulo de Galilei, les contesta:
“Ustedes quieren fijar a la tierra para que no se desmoronen sus castillos”
Nuestro conocido inquisidor Belarmino, quien fuera el verdugo de Bruno, le inicia juicio por herejía y le da la democrática elección entre arrepentirse o ser quemado en la hoguera. Ya cerca del final del film, vemos a la hija de galileo rezando para que su padre se arrepienta, y a su discípulo exclamando que no lo haga. La ciencia, para Nikolay, necesitaba un héroe, pero Galileo se arrepiente ante la iglesia declinando sus estudios, y es llevado a reclusión en su casa con control de un monje sobre sus trabajos. Su discípulo enojado le dice:
“Pobre el mundo que no tiene héroes.” Y su maestro contesta con firmeza: “Pobre el mundo que los necesita.”
En 1920, el famoso astrónomo Edwin Hubble apoyaba la teoría heliocéntrica, pero con la diferencia de que el sol no era el centro del universo, sino de la galaxia, así comprendiendo al universo como algo de mayor porte, tal como decía Giordano Bruno 320 años antes. Un dato curioso es saber que los Santos Oficios dejaron de existir oficialmente en el año 1965.
El movimiento cíclico de la tierra nos demuestra que giramos en lo mismo. En los primeros años sobre esta roca, considerábamos al sol como al dios supremo: era mucho más lógico pensar que si hay un dios, giramos alrededor de él y no al revés. Quizá, en la soberbia humana de poner a rondar todo sobre nosotros, se entienda el comportamiento actual del mundo y sus poblaciones.
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