Critica de “Una casa lejos”: no planeemos tanto


Una Casa Lejos

El jueves 8 de abril llegó a salas comerciales el esperado segundo largometraje de la directora Mayra Bottero, protagonizado por Stella Galazzi, Carlos Rivkin, Valeria Correa y Alicia Muxo.

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La historia de la película pretende ser un retrato testigo de la formación de una manada: un grupo de seres solitarios y frágiles que se encuentran en la vida y se hacen familia. El peligro por la salud de los adultos mayores, los impedimentos que las mujeres enfrentamos cotidianamente para realizar nuestros deseos o el abandono de la infancia, son temáticas muy actuales y que tejen cada gesto narrativo de Una casa lejos.

En palabras de la directora: “quisiera que la película sea para los y las espectadores un lugar de encuentro; un encuentro con el placer de percibir un cuento, con el ritual del cine, y con la necesidad imperiosa de ser comunidad”.

Mayra Bottero, su directora, realiza su segunda película

Graciela (Stella Gallazzi), una maestra que está por jubilarse, sueña con utilizar sus ahorros para retirarse a una casa en el campo en la provincia de Entre Ríos. Todo este proceso se ve interrumpido por su padre (Carlos Rivkin) y el vínculo con una joven de la calle, Sabrina (Valeria Correa), que parece convivir ocasionalmente con él. Este será solo el primero de los descubrimientos que cambiarán la vida de Graciela para siempre, y Sabrina resultará un nexo impensado entre los dos.

Una casa lejos apunta directo al corazón de cada uno de los espectadores, a partir de una gran sensibilidad con esta historia que conmueve de principio a fin.

Hay un trabajo notable del fallecido Carlos Rivkin y de Stella Gallazzi, dando relieve a personajes melancólicos desde cada gesto y mirada, que emocionan durante todo el metraje.

Una casa lejos es la segunda película de Mayra Bottero, pero la primera incursión en la ficción tras La lluvia es también no verte” (2015), documental sobre la tragedia de Cromañón. Este dato sirve para destacar ampliamente la solidez de este trabajo, en cuanto a la narrativa y la dirección de actores. Una película sobre la soledad y el desamparo, pero que permite vislumbrar esperanza.

Bottero construye un relato intimista de personajes solitarios que se contraponen en conflictos, generando una inclusión en un universo propio. La historia es pequeña, con el foco en las actuaciones, con esos personajes llenos de contradicciones, dudas y dolor. Una casa lejos apunta directo al corazón de cada uno de los espectadores, a partir de una gran sensibilidad con esta historia que conmueve de principio a fin. Una película necesaria en tiempo de distanciamiento que lleva a replantearse situaciones del día a día y a prestar atención a lo que pasa a nuestro alrededor.

PUNTAJE: 7,5

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