Durante el día de ayer se estrenó el primer episodio del spin-off de la famosa joyita de AMC, y cumplió bastante con las expectativas que se venían arrastrando hace meses. Esta primera entrega estuvo casi completamente dedicada por supuesto a la presentación de los protagonistas y la introducción al marco en el cual se desarrollara esta historia, eso es decir, el comienzo del apocalipsis de los muertos caminantes.
Los personajes presentados fueron, en primer lugar, un adolescente drogadicto que se despierta con resaca en una iglesia abandonada, cuyo nombre es Nick Clark (Frank Dillane), y quien luego de presenciar el primero de los ataques de los muertos sobre los vivos se escapa del lugar para encontrarse no con una soledad absoluta ni con una sociedad en caos, sino con un Los Ángeles en pleno fragor diario. Le siguen su madre, Madison, el novio, Travis (Cliff Curtis), y su hermana, Alicia (Alycia Debnam-Carey).
Luego de contar todo lo que vió a su familia, las cosas empeoran: un estudiante de una escuela anuncia el fin del mundo y lleva un cuchillo a la escuela; un video de una persona a quien le disparan repetidas veces en el pecho sin caer y que es finalmente derribado por un tiro en la cabeza se convierte en tendencia por YouTube; el pánico comienza a arreciar. El final es muy bueno, y esperamos que puedan verlo.
Para la creación de la serie, el creador de TWD Robert Kirkman se asoció con Dave Erickson (“Low Winter Sun”) y lograron un equilibrio bastante efectivo entre las relaciones dramáticas entre los personajes (de una manera similar a las que existen entre los personajes en TWD) y la tensión frente a la situación actual. Esperamos que sigan construyendo una excelente serie a partir de esta base, y seguramente lo hagan, ahora que la segunda temporada ha sido confirmada.
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