El Espanto es una película documental sobre medicinas o maneras de curarse alternativas en torno a un pueblo de la provincia de Buenos Aires. A pocos días de su estreno, pudimos charlar con Pablo Aparo y Martin Benchimol, directores que nos contaron cómo fue el eproceso de filmar en un pequeño pueblo tratando de reflejar qué le pasa a la gente que habita más allá del asfalto citadino.
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SIN SUBTÍTULOS: ¿Cuál es la metáfora detrás del “espanto”?
El Espanto es una película que trata sobre las creencias, sobre las acciones a las que podemos lanzarnos si creemos fervientemente en algo. Por eso, más que una metáfora, la cura del espanto es la forma que adoptan en en este relato muchas de las creencias que se ponen en juego. Pensarlo como una metáfora sería cerrarle el sentido. Es más bien el depósito de cosmovisiones relacionadas con lo mágico, las formas de cura, las concepciones de la familia, lo permitido o prohibido sexualmente.
Puede haber diferentes lecturas y apreciaciones que las termina completando el espectador, pero nosotros no creemos en una verdad absoluta y eso parte de nuestra experiencia al realizar el film.
SST: ¿No daba para hacer una ficción?
Nos suelen preguntar sobre la ficción y el documental con esta película. Y nos gusta que suceda, porque una de las propuestas de El espanto es jugar con ese límite, hacerlo difuso. Es una película que tiene una premisa documental, y que en el proceso se convirtió en un relato construido a partir del intercambio con los protagonistas, por eso hay escenas que –deliveradamente- ponen en juego una estética más parecida a la ficción.
SST: ¿La historia se mantuvo desde el inicio hasta el último retoque de edición? ¿qué cambios atravesó en el proceso?
La historia fue mutando a lo largo del proceso. El espanto y la curandería fueron el punto de partida. Inicialmente estábamos fascinados con el personaje que cura el espanto, pero luego decidimos adoptar el punto de vista de los vecinos del pueblo, es decir, contar las distintas visiones y versiones del espanto y otras curas.
Nos terminaron atrapando mucho más las construcciones que las diferentes voces iban armando sobre cada tema que el curandero del espanto en sí. Por eso, cuando decidimos involucrarnos en la vida de los vecinos y en sus creencias, esto nos llevó a indagar en asuntos como la sexualidad, el matrimonio, los modelos familiares,
Al mismo tiempo, el hecho de haberla desarrollado a lo largo de 4 años, nos permitió poder hacer estos cambios en el proceso e ir afianzando aún más la búsqueda y el relato, partiendo de las eperiencias y acontecimientos que se iban sucediendo.
SST: ¿Cómo fue su relación con la gente de “El Dorado”? ¿Hay una búsqueda por mostrar una Argentina profunda?
Dimos con nuestros personajes terminando de filmar nuestra película anterior “La gente del río” en un pueblo vecino llamado Ernestina. En seguida nos empezó a interesar todo lo relacionado a las curas caseras. Algunas formas de curar y enfermedades quizá las habíamos escuchado, pero se abrió un mundo muy rico y desconocido que en seguida nos llamó la atención. La relación con los vecinos fue de mucha cercanía. El hecho de haber realizado la película anterior nos abrió muchas puertas y el tiempo nos llevó a lograr un vínculo lúdico y cómplice que nos envalentonó para lograr una construcción colectiva del relato.
Lo que nos atrae de filmar en los pueblos, es ver la forma que adoptan los mismos fantasmas que tenemos en las grandes ciudades. En “la gente del río” se trataba al otro, al fantasma de la inseguridad de una forma muy local, pero basada en los mismos miedos que existen (infundados o no) en la grandes ciudades. “El espanto”, no es más que una forma particular de nombrar las distintas aristas de un tabú. En este relato y este pueblo toma esa forma, pero es espejo de otras marginalidades que en las ciudades toman su forma propia.
SST: Al principio de la película se plantea la cuestión ética de si un curandero debe cobrar. Lxs habitantes lo resuelven bastante rápido ¿Cuál es su opinión?
Pablo Aparo: Si bien partimos de un gran escepticismo, fuimos dando con historias particulares, con métodos y enfermedades desconocidas, pero con una constante: la gente se quiere curar. Hay muchísimas reglas, en las que la gente cree o no. No sólo que no se debe cobrar, los poderes deben pasarse de uno a otro sólo en navidad o pascuas, sino se pierde el poder. Cada cura tiene una forma específica de realizarla, sino no funciona.
Martín Benchimol : Me transformó haber visto a las personas yendo a curarse. En el acto de ir a curarse, ya había involucrada una creencia tan fuerte, que había algo que funcionaba. Salían modificados, más allá de la efectividad o no del método.
Pablo Aparo: tuve experiencia de cura con sapo y de alguna manera funcionó. Desde entonces que estoy mucho más abierto a diferentes métodos alternativos. Hay que probar todo lo que uno piense que le puede hacer bien.
SST:¿Cómo fue llevar una cámara y pasar un tiempo prolongado en una población de no más de 350 personas?
Pablo Aparo: Siempre nos abrieron las puertas, por lo que contamos anteriormente que éramos conocidos de alguna forma por haber hecho la película anterior en el pueblo de al lado. Los primeros encuentros en general son sin cámara. Una charla entre mates, que nos conozcan, escucharlos, saber sus historias y que nos cuenten las historias de los demás. Ya los últimos años nos hospedábamos en casa de ellos y se construyó una gran amistad que sigue hasta hoy. Lo más gratificante fue estrenarla en el pueblo. Había alrededor de 300 personas en el salón, fue una fiesta. No sólo disfrutaban de verse en cámara, sino que reafirmaban cada testimonio y cada acción retratada en la película.
SST:¿Cómo lograron la intimidad para abordar temas sexuales en la historia de la película?
Pablo Aparo: En la mayoría se fue dando con el tiempo. No arrancamos preguntando o charlando sobre temas tan íntimos. A medida que el relato se iba armando y todos ibamos comprendiendo de qué iba la construcción de la película, se fueron soltando y animando a jugar su “rol”, lo que nos permitió ahondar en temáticas más profundas. En algunos casos esto sucedió en la primer entrevista, por haber una voluntad de hablar del tema. Pero fueron pocos. Todo esto fue parte del proceso, del juego, de que se prestaran a jugar su personaje desde una confianza plena. Por eso les estamos eternamente agradecidos.
La película está en cartel del
???? CINE INCAA- Gaumont (Av. Rivadavia 1635)
???? Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 los dias Jueves 9/9
Jueves 16/9 y Jueves 23/9)
???? En web en Cinear Estrenos y Qubit
Para más información de la película pueden seguir su página de facebook
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