La mujer que desde los 5 años, allá por la década del ’30, comenzó a trabajar en el gran barrio de Joligud (o Hollywood, como prefieran decirle), falleció de causas naturales a los 85 años de edad, rodeada de familiares y amigos.
Su carrera comenzó cuando tenía apenas 3 años, en el año 1931, y terminó con su retiro del ámbito actoral a fines de la década del ’40. Protagonizó varias películas, dentro de las cuales se pueden resaltar Curly Top, Bright Eyes y Stand Up. Fue y sigue siendo la ganadora más joven del Oscar al mejor actor infantil en 1935, a la extremadamente temprana edad de 6.
A pesar de no participar activamente como actriz, continuó siendo invitada en varios programas de televisión, aunque eventualmente ese camino también llegó a su fin, y se terminó de separar definitivamente del ambiente a partir de entonces. En el 2006, aceptó el premio a la Trayectoria del Sindicato de Actores.
Luego de haberse retirado de la actuación, emprendió un camino ligeramente distinto: se volvió política y diplomática. Habiendo comenzado con este nuevo enfoque los 21 años de edad, llegó a ocupar el cargo de Embajadora de los Estados Unidos, con varios logros para contar.
Dentro de lo realizado durante esta segunda parte de su vida pública, podemos nombrar su presencia durante la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia, entre 1989 y 1992, que vio la caída del Partido Comunista dominante en ese entonces por esos lugares.
Muchas figuras del ambiente han dedicado mensajes a la ex-estrella; dentro de la lista podemos contar a Whoopi Goldberg, quien dijo: “El buen barco Lollypop partió hoy con Shirley Temple a bordo“. El crítico de cine Leonard Maltin también comentó: “Una de las estrellas más talentosas y brillantes del mundo se ha ido al cielo. Un verdadero fenómeno“.
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