Google, el dios de la era digital, acaba de publicar un estudio en donde aclara en escuetas palabras por qué es que elegimos una película en lugar de otra cuando acudimos al cine.
Según los resultados de este “gran estudio”, los fanáticos del drama basan sus elecciones en la historia. Los de comedia se fijan en cuáles son los protagonistas y si su “actor favorito” encabeza la película. Las películas para la familia, entiéndase animación, o comedias livianas suelen elegirse cuando tienen buenas criticas, y los del género de acción miran quién está detrás de las cámaras.
El género de terror es el caso más curioso: según la empresa del conocidísimo motor de búsqueda, los espectadores no prestan atención a la historia ni al reparto, así como tampoco a las buenas críticas o el director; simplemente observan que el horario de proyección coincida con el horario en que el espectador pueda ir a ver la película.
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