Muchos largometrajes comienzan la filmación sin haber terminado el guión. Por ésta y más razones, hay veces en que los actores improvisan, y le dan ese toque épico a la escena que de otra forma quizás habría pasado desapercibida.
Aquí unos ejemplos:
– Cuando el Guasón de Heith Ledger comienza a aplaudir mientras está encarcelado;
– En Tonto y Retonto, cuando Jim Carrey hace el “sonido más molesto del mundo” mientras van manejando en el auto;
– En Virgen a los 40, Seth Rogen y Paul Rudd improvisan por 6 minutos insultos sobre “¿sabés cómo se que sos gay?”. Ese insulto nunca estuvo en el guión, y fué una de las escenas más graciosas de la película.
Estas son algunas de las muchísimas improvisaciones que se transforman en marca registrada para recordar las películas a las que pertenecen. ¿Cuántas más habrá de las que no sabemos aún?
¡Si conocen alguna, dígannos!
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