Según el director de esta película, la misma tomaría lugar en Japón, y no sería una precuela, sino una secuela de TODAS las películas anteriores de X-Men.
Mangold comenta: “Esta película está ubicada en un momento posterior al resto de las demás. Jean Grey ya no está, y la mayor parte de los X-Men está dispersada o desaparecida, por lo cual a él lo sobreviene un sentimiento de gran aislamiento”.
Otra cosa que explica el director es que, si bien la película está cronológicamente luego de X-Men: La Batalla Final, los eventos de la acción de esta nueva entrega están completamente desligados de los de la saga.
“Este fue un factor sumamente importante para mí, y lo ubico en un momento muy específico dentro de la línea de tiempo de la trama. Quería poder contar la historia sin tener que restringirla y adaptarla a las ideas de una saga que ya está establecida.
Otra idea que le pesa mucho a Logan durante esta etapa es el concepto de la inmortalidad. Para mí es una parte tan interesante del personaje de Logan que es casi imposible de explorar si uno se tuviera que subyugar a adaptar la película a una saga”.
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