Los Increíbles llegaron en Noviembre del 2004 a los cines y desde ese momento, se convirtieron en la familia de superhéroes por excelencia. La cinta tenía excelentes personajes, una gran animación (para aquel momento), un villano estupendo y escenas muy divertidas. La secuela estaba asegurada, pero nadie sabía cuándo llegaría; lo único que sabíamos era que tardaría bastante. Así resultó ser, ya que pasaron 14 años, y los niños que crecieron con el filme se hicieron adultos, pero de todos modos ahora estamos contentos de recibir esta secuela tan solicitada y merecida.
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Para ocupar la silla de director y escritor de esta nueva aventura vuelve Brad Bird. La historia continúa exactamente donde nos dejó la película anterior, con la entrada de El Subterráneo. Tras ese suceso, nada ha cambiado. Los superhéroes siguen siendo ilegales ante la sociedad. Sin embargo, un empresario quiere que vuelvan a las calles y, para ello, requerirán la presencia de Elastigirl para poder ganarse al público. Pero…. ¿Qué pasa con Mr. Increíble? Bueno, se queda en casa a cuidar a los niños. Con esta premisa nos surge una pregunta: ¿valió la pena esperar 14 años para esta nueva aventura? Y la inevitable respuesta es: ¡Claro que sí! Es una secuela muy digna, aunque no sea increíble.
Si bien es cierto que la película captura la nostalgia suficiente para que la audiencia recuerde los viejos tiempos, pueden quedarse tranquilos: no es una copia de su antecesora. Por otro lado, es obligatorio hablar sobre la animación. Tratándose de Pixar, un estudio que nos tiene acostumbrados a una animación de calidad, debemos decir que se superaron con creces. El detalle de la ropa, las modificaciones del diseño de los personajes, las impecables secuencias de acción; en todo se han superado.
Algo digno de apreciar, al igual que la animación, es la familia Parr. La dinámica familiar sigue presente en esta secuela, y funciona tan bien que es divertido volver a verla ahora, con nuevas problemáticas. El intercambio de roles que experimentan Mr. Increíble y Elastigirl para volver a sus viejas glorias es muy acertado, y ahora podemos apreciar más a Helen como un personaje que sigue mostrando fuerza, capacidad de ser una súper mamá y, además de todo eso, ser una súperheroína. Podrá ser parecido a lo que vivió su marido Bob, pero ella nos captura con la adrenalina de su presencia.
Mientras que Elastigirl entra en acción, vemos a Mr. Increíble cumplir con el rol de padre de manera hilarante, pero también con algunos momentos emotivos por una simple razón: Violeta. Según habrán notado en la película anterior, Dash, el hijo con el poder de la súper velocidad, era el que tenía más presencia de los hijos mayores. Ahora le toca a la hija mayor con poderes de invisibilidad y campos de fuerza. El giro en esta ocasión es que las escenas en las que se destaca no son necesariamente peleas, sino en su vida normal; la pobre chica lidia con la ilusión de salir al cine un viernes con Tony, esperando que ella le invite las palomitas. Esa subtrama entrega momentos graciosos y bien logrados que resultan en una muy buena dinámica entre padre e hija; algo muy bueno para un personaje tan interesante como lo es Violeta.
Más allá de esto, sin embargo, tanto Dash como Violeta resultaron ser opacados por lo mejor de la película: el bebé Jack Jack. Se roba cada escena en la que aparece. Conquista a la audiencia con facilidad y nos brinda mucho humor bien utilizado que no llega a fastidiar. Nadie se resiste al encanto del súper bebé y sus diversos poderes, que llegan a sorprender incluso a sus protagonistas (hasta a su pequeño enemigo, el mapache). Tampoco olvidemos a otros personajes como Frozono, quien está más presente en la acción y nos recuerda por qué es un personaje tan genial. Otro a quien hay que menospreciar es a la querida Edna Moda: a pesar de que tiene menos presencia que en la cinta anterior, se destaca con momentos muy graciosos, incluyendo una dinámica impecable con Jack Jack.
Para terminar con lo positivo, destacamos la ambientación de los cincuentas con una mezcla de esencia de James Bond que sigue dando frutos, como también lo hace la música impecable de Michael Giacchino, compositor de la primera película que entrega una partitura digna de película de espías. Además, destacamos el excelente doblaje al español de esta película: algunos vuelven como Víctor Trujillo, Consuelo Duval, Leyla Rangel y Darío T. Pie. A pesar de que Memo Aponte no dio voz a Dash en esta película, la nueva voz del personaje a cargo de Oliver Díaz Barba es estupenda.
Ahora, es hora de comentar los motivos del por qué esta secuela no es tan increíble a comparación de su primer película.
El primer problema de la película recae en los nuevos superhéroes que se integran a esta historia. Encima de que son visualmente horrendos y nada realistas, no aportan nada a la historia. No son interesantes, ni mucho menos divertidos. Son un ligero estorbo para la trama y son usados para mera conveniencia en el tercer acto. ¿Recuerdan a los secuaces de Síndrome de la primera película? Son más memorables que este grupo de superhéroes.
El segundo problema de esta película, que no es tan grave, es que no hay muchas sorpresas o mensajes sólidos en comparación con la primera película. Mientras que la primera entrega contenía mensajes adultos (como la infidelidad, el deseo de volver a las viejas glorias y el deber de mantener a una familia), esta película no tiene un mensaje que se destaque, y se siente que no arriesga nada por ese lado. Solo nos muestran una aventura más de la familia Parr, cosa que quizás puede sorprender por los momentos de adrenalina, pero no en términos narrativos.
Por último, el mayor problema de la película… su villano. Como recordarán, en la primera película teníamos al villano Síndrome, un personaje con motivaciones muy bien fundadas y un plan original. Lo conocíamos y lo entendíamos cuando nos mostraba la decepción que es conocer a nuestros héroes. El villano de la nueva cinta es El Rapta Pantallas: un personaje que comenzó siendo interesante porque hacía una apología de cómo nosotros siempre estamos mirando el celular. Sin embargo, desde el primer tráiler ya se sabe que es muy predecible en su vuelta de tuerca. Es tan obvia su revelación que sus motivaciones terminan siendo rebuscadas.
Al final, “Los Increíbles 2” es una secuela muy digna que, a pesar de no superar a la original, está casi a su altura. Es una película divertida, emocionante, impecablemente animada y muy nostálgica. Podrá no ser increíble, pero es estupenda como entretenimiento y continuación de una de las historias más entrañables de Pixar. Es más que recomendable llegar al cine temprano, pues hay un cortometraje antes de la película llamado “Bao” que no se deben perder, ya que vale mucho la pena.
Aunque Pixar prometió no hacer más secuelas, quizás una tercera entrega de Los Increíbles no sería mala idea. Si eso sucede, ojalá no nos hagan esperar 14 años más.
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Yo aún no la he visto!!! haha Espero verla pronto, que bueno que dices que vale la pena! Saludos!
Muchas gracias, cuando la veas nos gustaría una devolución y saber tu opinión. Saludos
¡Así será! Saludos! 🙂
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