En las últimas semanas, y a partir de la denuncia iniciada en el programa de Jorge Lanata, PPT, sobre los subsidios al cine nacional y la defensa de Cristina (very Groso), se dieron los primeros heridos de esta guerra: a pocos días del estreno de una de las películas más esperadas del cine argentino, Metegol, Campanella renunció a la Cámara Argentina de Productoras Pymes Audiovisuales (CAPPA).
A través de su cuenta de twitter, anunció que de ahora en delante su productora 100 Bares no formaría parte de CAPPA, en relación a la polémica que se desató por el informe de Periodismo Para Todos y el posterior comunicado de CAPPA en respaldo a la gestión de Liliana Mazure al frente del INCAA.
Los mensajes que publicó desde su cuenta personal, fueron los siguientes:
“Con dolor, 100 Bares ha renunciado a CAPPA, la Cámara que nucleaba a PYMES audiovisuales”.
“CAPPA se creó como frente común a problemas reales de la Industria Audiovisual. Su objetivo era claro, y su perfil bajo y laborioso”, explicó. “Su objetivo no era ser parte en el divorcio Gobierno-Clarín, sino trascenderlo. Su carta reciente modificó este contrato, de modo inconsulto”.
“100 Bares no desea involucrarse en el divorcio Gobierno-Clarín, ya que no es parte de ninguna de las dos familias. Somos independientes”.
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