Los productores de Carrie, la remake del clásico de terror de Brian De Palma, decidieron promocionar la película dando un par de sustos antes de su estreno y afuera de los cines.
Así, al mejor estilo cámara oculta, se ve como una pequeña discusión entre un pelado que le vuelca el café a una chica (siempre muy bonita) se torna un compendio de hechos sobrenaturales en un tranquilo café, con clientes que reaccionan de distintas maneras ante semejante espectáculo aunque, lo que es seguro es que, se llevaron un cagazo importante.
Recordemos que este film se basa en una novela homónima de Stephen King: una chica retraída, que sufre por una madre con fanatismo religioso y a la que sus compañeros hostigan permanentemente (sí, el bullying ya existía a principios de los 70 aunque no se llamara así) hace uso de su capacidad telequinética para tomarse venganza.
Aquí la jodita para Hollywood:
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