Es la reversión de “Prisoner”, una serie que se emitió en Australia entre los años 1979 y 1986. Muestra la vida de las convictas dentro de prisión, la interacción con los guardias y la directora del mismo. Cuenta con 4 temporadas.
El principal conflicto es la lucha de poder entre las prisioneras para ser “Top Dog” o “Jefa”, ya que por ella pasan las principales decisiones que afectan al colectivo: tráfico de drogas, alcohol o cualquier sustancia prohibida, violentos castigos manejados internamente al quebrantar reglas de convivencia, etc.
A diferencia de “Orange is the New Black”, no hay elementos de comedia negra, sino que es un drama crudo, que muestra la lucha que viven las mujeres que son alejadas de su familia en un entorno que muchas veces las perjudica más de lo que las ayuda o rehabilita.
La protagonista de este drama es Bea Smith (Danielle Cormack), una mujer golpeada por su marido que decide poner fin a la vida de este. Sin embargo, se arrepiente a último momento cuando su hija la encuentra en el acto.
Aunque no lo haya matado, hay motivos suficientes para que la policía tome cartas en el asunto y quede preventivamente en prisión, donde vivirá el día a día en una cárcel de máxima seguridad.
Entre los personajes principales se encuentran: Jacs Holt, interpretada por Kris McQuade. Está luchando por mantener el poder al que aspira el personaje de Nicole Da Silva, Franky Doyle. Holt pertenece a una familia de mafiosos y Franky es una lesbiana temperamental, carismática y con la determinación para ser “Top Dog”.

Hacia la segunda temporada, se introduce a la historia una directora nueva, Joan Ferguson, cuya presencia habla por sí sola. Con un pasado oscuro, mostrará su verdadera naturaleza episodio a episodio, convirtiéndose en una de las villanas más despreciables que nos hayan presentado en una serie de televisión.
Sin ánimo de dar más spoilers de los necesarios, este es uno de los personajes más profundos y retorcidos que tiene la serie. Nunca deja de sorprender la habilidad que tiene para generar una y otra vez situaciones que son tan macabras como impensadas.
El lado tierno y maternal está ocupado por Liz y Boomer, mujeres con conflictos familiares sin resolver y que se develan poco a poco explicando el presente en el que viven.
También se suma en la segunda temporada un personaje transexual encarnado por Socratis Otto, llamado MaxineConway. La interpretación es muy realista, y se convierte rápidamente en uno de los personajes más queridos tanto por su lealtad como por la mirada distintiva que tiene sobre el drama que se vive en forma casi permanente en la prisión.

Personajes entrañables, diálogos inteligentes y picantes, actuaciones notables y situaciones poco conocidas que se exploran con brillantez, son algunos de los motivos para mirar esta serie.
Eso sí, si tu semana no viene con un sol radiante encima, tal vez quieras mirar alguna comedia y evitar sufrir junto con las chicas de Wentworth.
Escrito por Samanta Sampietro
[…] HOJA APARTE: “Wentworth”: ¿mejor que “Orange is the New Black”? Enterate. […]